ANSIEDAD POR SEPARACION


Entre los factores de riesgo en un animal o su entorno para desarrollar este problema, se pueden enumerar los siguientes:

_ Tendencia del perro a ser dependiente de su dueño.
_ Perros mestizos.
_ Perros recogidos de refugios.
_ Destete demasiado precoz.
_ Llegada de un nuevo miembro a la familia.
_ Disfunción cognitiva.
_ Perros que pasan largos períodos de tiempo en residencias.
_ Machos.
_ Que el perro se haya quedado solo siendo muy joven.
_ Existencia de una mudanza.
_ Periodos largos sin separase del dueño o separado del mismo.
_ Experiencias traumáticas en sus primeros meses de vida.

Diagnóstico diferencial en animales que presentan:

_ Vocalización excesiva.
_ Problemas en la tráquea y amígdalas por el exceso de los ladridos.
_ Micción y/o defecación inadecuadas.
_ Conducta destructiva.
_ Anorexia y letargia.
_ Que el perro deje huellas húmedas por sudor de las almohadillas.
_ Dermatitis acral por lamido.
_ Automutilación y salivación excesiva.

TRATAMIENTO:

Corregir el problema en perros jóvenes, en los que llevan menos tiempo desarrollando las conductas inadecuadas y en los que manifiestan sólo alguna de las conductas propias de la ansiedad o angustia por separación.

El tratamiento constará de tres fases combinadas entre sí: modificación del entorno, modificación conductual y terapia farmacológica.

           Modificación del Entorno

Trataremos de minimizar la intensidad de estímulos externos que agraven el problema del animal, por lo que debemos proveerlo de un lugar de seguridad, es decir, de una zona donde el perro pueda estar sin que pueda causarse daño alguno. Asimismo, cambiaremos de vez en cuando los juguetes que el perro tiene a su disposición y que no deben ser más de dos, ya que un número elevado de ellos termina por aburrir al perro.

           Modificación Conductual

  • Fijaremos una rutina diaria para el perro, estableciendo unas reglas claras y firmes.
  • Para tener un mayor control del perro, practicaremos el adiestramiento en obediencia básica.
  • Haremos que el perro “trabaje” por cada cosa que desee.
  • Para moderar el “hiperapego” tendremos que promover su independencia, por lo que disminuiremos las muestras de afecto y el contacto físico, ignorando al perro cuando muestre los síntomas de ansiedad. Es muy importante romper los estereotipos de las rutinas de salida y de llegada e ignorar al animal en estas situaciones. Por último, fomentaremos la interacción del perro con otras personas diferentes a las de apego (SOCIABILIZACION).
  • En fundamental la estimulación mental y física, por lo que debemos aumentar el ejercicio físico. Podemos practicar algún deporte con el perro o apuntarlo a algún club de Agility.
  • Los juguetes interactivos tipo Kong, suelen dar buen resultado al tenerlos bastante entretenidos, pero debemos dárselos un tiempo considerable antes de la salida para que no lo relacionen con ella. También existen investigaciones donde ha quedado demostrado que los juguetes blandos como una toalla (NO se aconseja camisetas, ya que podrian tomar como juguete la ropa que se encuentra tendida) son los mejores calmantes para la angustia del perro que se queda solo.
  • También se ha demostrado que el perro se queda más tranquilo en ausencia de su dueño cuando se le deja encendida la televisión, una radio o se pone alguna música suave.
  • Para habituar al perro a las salidas de su dueño habrá que confinarlo en su lugar de “seguridad”, como dijimos anteriormente. Igualmente habrá que salir y entrar de la casa durante períodos cortos pero frecuentes para que el perro no tenga noción del tiempo que se está en el exterior y no llegue a angustiarse, aumentando progresivamente el tiempo que se está fuera de la casa.

Nunca se castigará al perro por reincidencias o por conductas realizadas durante la ausencia del dueño, pues nunca comprendería la razón del castigo, con lo que se conseguiría únicamente aumentar mucho más su ansiedad.

           Terapia farmacológica

En cualquier tratamiento de conducta, los medicamentos no se usarán solos como único remedio, ya que al cesar la administración de éstos el problema volvería a aparecer. Resaltar que los medicamentos a utilizar tienen que ser los adecuados para la causa del comportamiento anómalo, es decir no vale el mismo para todos los problemas, teniendo siempre muy en cuenta los efectos secundarios de cada uno de ellos, pues los tratamientos normalmente suelen ser de larga duración.

Para terminar, hay que reseñar que en la actualidad se están obteniendo muy buenos resultados con la feromona apaciguadora canina, que es un análogo de la feromona secretada por las glándulas sebáceas del surco ínter mamario de las hembras lactantes, cuya función es disminuir los estados de miedo y estrés. Esta feromona nunca se utilizará por sí sola, sino en combinación con el tratamiento farmacológico correspondiente y la terapia conductual.

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